Formacion
Upskilling y Reskilling: Aprender en nuestra rutina diaria

El aprendizaje continuo o lifelong learning, se incorporará a nuestra forma de vida: habrá un cambio de mentalidad donde aprender nuevas habilidades será fundamental para adaptarnos a un mundo en constante cambio.
Tras la celebración de nuestro think tank Future Trends Forum sobre el futuro del trabajo, hemos organizado un ciclo de webinars que analizan los principales retos, oportunidades e innovaciones alrededor de este tema.
En el segundo webinar, El futuro del trabajo: la educación para el mañana, hemos contado con la participación de los expertos en educación, Alper Utku, Rector de la European Leadership University y Jeff Selingo, asesor de universidades y empresas sobre el futuro del trabajo y la educación y reconocido autor, que han debatido sobre las habilidades que serán esenciales en el trabajo del futuro.
Dirigido por el director de la Fundación, Juan Moreno, estos dos expertos nos hablaron de las tendencias clave en educación para afrontar los retos del trabajo del futuro.
A continuación, un resumen de estas ideas:
Nuevas habilidades para nuevas formas de trabajar
Para Alper, las necesidades de formación de la fuerza laboral se resumen en dos conceptos clave:
- Upskilling, esto es, reciclaje profesional.
- Reskilling, es decir, aprendizaje de nuevas competencias.
Y es un fenómeno generalizado para todas las industrias y para todos los niveles profesionales.
De hecho, este experto nos cuenta que en 2025 al menos un 50% de todos los profesionales del mundo necesitarán programas de reskilling, referenciando el informe The Future of Jobs del Foro Económico Mundial.
Dentro de las nuevas habilidades, cobra especial atención aprender a trabajar con las máquinas como nuevos compañeros de trabajo -cuando decimos “máquinas” nos referimos tanto a robots físicos como a programas informáticos basados en algoritmos de Inteligencia Artificial-.
Para ello, como también apunta Jeff, hay dos tipos de habilidades necesarias:
- Aquellas que nos permiten entender y sacar provecho de las máquinas, es decir, habilidades STEM (acrónimo del inglés de Science, Technology, Engineering and Mathematics).
- Aquellas que nos permiten sobresalir sobre las máquinas, que son las denominadas habilidades sociales o soft skills. Según el Foro Económico Mundial, el pensamiento crítico y la resolución de problemas encabezan la lista de habilidades que las empresas piensan que crecerán en importancia en los próximos cinco años. El aprendizaje activo, la resiliencia, la tolerancia al estrés y la flexibilidad son otras de las habilidades más necesarias.
¿Cómo se adquieren estas nuevas habilidades?
No se trata sólo de apuntarse a un curso online, de leer un manual o de hacer un Máster. Se necesita dedicar tiempo y práctica en un contexto social determinado. Las nuevas habilidades no se pueden adquirir exclusivamente de manera individual y cognitiva, sino que requieren un entorno social y experiencial. Es lo que la Universidad que lidera Alper, la ELU, denomina full-stack education.
¿Cuáles serán los perfiles más demandados?
Para nuestros expertos, la clave es convertirse en “científico de datos”, es decir, ser capaces de acceder a datos, explorarlos, prepararlos, y visualizarlos para sacar conclusiones valiosas, independientemente de nuestra formación universitaria y de nuestra función en la empresa. Y, a la vez, tener conocimientos en diversos ámbitos que permitan tener visiones holísticas de los problemas para poder aportar soluciones innovadoras a los mismos. En este sentido, coinciden con los postulados del libro ‘Amplitud’ (Range), de David Epstein, que nos recomienda Javier Foncillas en el artículo “Ocho libros sobre innovación que cambiarán cómo ves el mundo”. En su libro, Epstein nos explica por qué una persona con «forma de T» (un “T-Shaped individual” de los que nos habla Jeff), con una amplia base de conocimientos sobre muchos temas es a menudo más innovadora y toma mejores decisiones dentro de su área de especialidad.
Una amplitud de conocimiento alienta a una persona a hacer conexiones, pensar lateralmente y evitar el pensamiento grupal de otros expertos en su campo. Este pensamiento es particularmente importante para resolver lo que Epstein llama problemas «perversos»; problemas que son únicos, complejos y que no están sujetos a reglas. Esto describe muchos de los problemas más importantes que existen y contrasta con los problemas «amables», que tienen reglas bien definidas y son repetibles (y, por tanto, susceptibles de ser automatizados).
Colaboración humano-máquina
Según el informe mencionado por Alper, se estima que para el año 2025, 85 millones de puestos de trabajo podrían ser desplazados por un cambio en la división del trabajo entre los humanos y las máquinas. Pero, a la vez, pueden surgir 97 millones de nuevos empleos adaptados a la nueva división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos.
En todo caso, tanto Alper como Jeff, no creen que las máquinas vayan a sustituir a las personas. Sustituirán la realización de tareas rutinarias que hoy hacen las personas y ayudarán a estas a hacer su trabajo de una manera más creativa e innovadora. Casos como el que nos apunta Jeff de Jill Watson, una asistente automática virtual para los estudiantes de la prestigiosa universidad norteamericana Georgia Tech, creada desde su GVU Center, que consiguió mejores evaluaciones que sus compañeros humanos, apuntan a que lo que entendemos por “tareas rutinarias” tendremos que redefinirlo.
Volviendo al punto anterior, los perfiles más demandados serán aquellos que puedan colaborar a la vez con las máquinas (hard skills) y con las personas (soft skills), y que tengan una amplia base de conocimientos, capaces de crear las mejores condiciones para aportar entre todos las soluciones más innovadoras de manera ágil.
¿Cómo debe ser la educación del futuro?
Cursos online, micro credenciales, formación a la carta, MOOC, son conceptos cada vez más utilizados, pero aún estamos en una etapa muy embrionaria de lo que debería ser el sistema educativo del futuro. Para empezar, es necesario resolver el problema de quién reconoce los credenciales y titulaciones y cómo este reconocimiento se hace universal.
Se necesita un sistema abierto, consensuado entre todos los agentes involucrados (universidades y centros de formación, empresas, administración pública, profesionales) y que funcione de manera transparente.
Los expertos señalan Blockchain como la tecnología de base que podría facilitar este nuevo sistema educativo.
Desde el punto de vista de los estudiantes y profesionales, Jeff apunta la necesidad añadida de crear mapas de estudios/habilidades para los puestos de trabajo, que además informen de dónde se pueden adquirir. Es decir, asociar a cada puesto de trabajo o función un mapa de habilidades necesarias y cómo adquirirlas.
Por otro lado, Alper apunta la necesidad de crear comunidades de aprendizaje (learning communities), de manera que se incluya la parte de experimentación y de relación social que hoy no está extendida.
Un consejo para afrontar el futuro de la educación
Vivimos tiempos de cambios, acelerados por la pandemia, muy prometedores, donde se abren posibilidades muy atractivas en el corto plazo -dos a tres años-: Veremos cambios muy necesarios en cómo trabajamos, cómo aprendemos y como nos relacionamos.
Para abordar estos cambios de la forma más positiva posible, Jeff y Alper nos recomiendan que practiquemos nuestra agilidad en la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, que nos retemos a nosotros mismos a dominar temas que no dominamos, que nos obliguemos a salir de nuestra zona de confort.
Si quieres ver el webinar, aquí lo tienes:
En el anterior webinar, Transformando las organizaciones, contamos con la participación de Arantxa Balson, cofundadora y CEO de IN4IMPACT, y Manuel González Diaz, asesor en Transformación Organizativa y Gobierno Corporativo y socio en Oliver Wyman, quienes nos explicaron cómo transformar las organizaciones del futuro a través de la cultura y el liderazgo.